2. Opinión

Puntaje: 4.2 Estrellas.

Desde que escuché por primera vez sobre estos libros, supe que tenía que leerlos. ¿Cómo decirle que no a historias de terror escritas por un autor colombiano? Y, además, una vez escuchan al autor hablar de sus obras es casi imposible resistirse a comprarlas. 

Conocí a Suescún en ULIBRO, la feria del libro de Bucaramanga. Él tenía su propio stand en donde le explicaba a los curiosos qué podrían encontrar en cada uno de sus libros de relatos. A mí me convenció de inmediato, sabía que debía darle una oportunidad.

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Este es un libro de relatos, el cual tiene una historia principal que le da el nombre al libro, y múltiples relatos adicionales. Hablaré primero del relato principal. “La semilla del vampiro” me ha sorprendido de muchas maneras. Primero, me encanta que sea un libro de terror colombiano. Ya había leído a Álvaro Vanegas y Mario Mendoza, por lo que tenía ganas de explorar más autores nacionales. Si ustedes están en esa misma situación, deben leer este libro, no los decepcionará.

Segundo, esta es una historia de terror botánico, subgénero en el que la naturaleza será la encargada de evitar que puedas dormir tranquilo en las noches mientras lees este libro. Nunca había conocido un vampiro como el que he descubierto en “La semilla del vampiro” y este es un elemento que valoro mucho, pues esta es una criatura de la cual los lectores ya nos encontrábamos extremadamente saturados. No me esperaba el giro que Suescún le ha dado al vampiro, y esto ha influido muy positivamente en mi experiencia al leer este relato.

Por otro lado, las descripciones se encargan de crear una atmósfera oscura, fría y desolada, en la que los personajes se enfrentan a un peligro que nunca entenderán, pero que tampoco los dejará vivir en paz. Disfruté de la cercanía que genera una historia desarrollada en Colombia, de lo real que se pueden sentir los diálogos literarios en el contexto urbano de Bogotá. Admito que se siente un poco raro, en especial cuando estás acostumbrado a leer libros extranjeros traducidos al español, ya me hacía falta leer diálogos colombianos que de verdad me transportaran a las calles de este país, y de la fría Bogotá.

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De este relato no diré más, pues es mejor que ustedes lo descubran por su cuenta. Eso sí, prepárense, porque hay escenas impresionantes que recordarán por un muy buen tiempo. Por cierto, no me esperaba en absoluto el final, el cual me ha dejado completamente satisfecho.

Complementando a “La semilla del vampiro” se encuentran varios relatos cortos y cuentos que el autor escribió por varios años de su vida. En general fueron relatos entretenidos, aunque no todos eran de terror, por lo que a veces la vibra misteriosa se perdía, pero eso se corregía con un nuevo relato que me ponía los pelos de punta.

Eso sí, hubo un relato que me fascinó. Se trata de la última historia, titulada “Una noche de invierno en casa de viudas”, un relato que nos lleva una aldea invernal muy lejana, en la que unos niños han desaparecido, e iremos descubriendo qué fue lo que realmente les pasó. Me gustó además que el autor utiliza elementos del folklore Algonquino, trayendo a la vida al mismísimo Wendigo, quien se encargará de llevar a cabo una venganza merecida, pero espeluznante.

Como verán, he disfrutado mucho este libro, lo cual es un gran alivio, pues tengo en mi librero varios libros más de L.A. Suescún. Si son lectores de terror, no deben dejar pasar la oportunidad de leer estas historias, de seguro les encantará.