Vírgenes y Toxicómanos - Mario Mendoza

By Daniel Sepúlveda
Mario Mendoza es un autor a quien pretendo leer al menos unas dos o tres veces cada año. Afortunadamente, su larga bibliografía me permite tener este tipo de metas sin tener que repetir libros.
En esta ocasión, “Vírgenes y Toxicómanos” es su más reciente novela, publicada en el año 2025.
¿Están listos? ¡Comencemos!

2. Sinópsis
Vírgenes y toxicómanos es una de las novelas más desconcertantes y misteriosas escritas por Mario Mendoza.
Anton Echeverry, un padre ejemplar y un profesional comprometido con la defensa de los derechos humanos, sufre una crisis profunda tras la muerte de su esposa en extrañas circunstancias. Su mundo se resquebraja y lo único que logra frenar su caída al abismo es su hijo Martín, un brillante estudiante de Sociología, que quedó discapacitado en un accidente años atrás. Un día, escucha por casualidad una conversación entre el joven y su mejor amigo, un compañero de universidad, hijo de un político, que anda en muletas por una poliomielitis, en la que comentan que ellos son “la tristeza de Dios”.
Afligido por estas palabras, Anton pone en marcha un audaz plan para ayudarlo. Su estrategia impactará la vida de Martín y la de quienes lo rodean más allá de cualquiera de sus expectativas. Un suceso inesperado pondrá todo patas arriba e instalará al atribulado padre en la irrealidad y el delirio. En esta historia nada es lo que parece.
Hay muchos mundos, muchos estados. Todos estamos en tránsito. Nada aparece de la nada y nada desaparece del todo.

3. Opinión
Puntaje: 3.3 Estrellas.
Regreso una vez más a Mario Mendoza y debo admitir que no esperaba leer una segunda novela del autor en el mismo mes en el que leí Lady Masacre. Pero bueno, como podría no leerla si se trata de su nuevo libro, del cual recibí mucho hype durante la FILBO.
La novela comienza con la muerte de una mujer, y seguiremos a Antón Echeverry, un abogado defensor de derechos humanos, y el viudo de esta mujer, en su lucha con la pérdida. Durante este proceso, Antón se enterará de un par de cosas que lo dejarán desconcertada y lo harán pensar que desconoce por completo a su esposa.
Sin embargo, este no es el enfoque principal de la novela, pues más adelante Mendoza nos presentará a Martín, el hijo de Antón, quien está en condición de discapacidad y que, además de enfrentarse al fallecimiento de su madre, también tiene un mundo de inseguridades propias con las que luchas cada día.
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Martín, al estar en situación de discapacidad, no tiene mucho éxito con las mujeres, y su padre lo escucha una vez quejándose acerca de su cuerpo y su mala suerte. Es por esto que Antón decide contratar a una terapeuta sexual para que ayude a subirle el ánimo y la autoestima a Martín (Sí, ya sé lo que están pensando, yo también lo pensé). Ahora bien, antes de contratar a esta mujer, Antón investigó disimuladamente el tipo de mujeres que le gustan a su hijo, esto con el objetivo de conseguir a una terapeuta que se pareciera a su crush. ¿Y saben que ocurrió? ¡Lo consiguió! Pero esperen, aquí no acaba la cosa, resulta que Martín se enamoró de la terapeuta (Of course) y ella también se enamoró de su paciente.
Voy a hacer una pausa en esta reseña para decir: Mario Mendoza se la fumó muy verde para escribir este libro. Porque esto apenas está comenzando.
Para seguir con la historia primero debemos conocer a otro personaje: Matías, el mejor amigo de Martín, quien es hijo de un senador de la República y que también se encuentra en condición de discapacidad. Como ya verás ambos son de familias acomodadas de Bogotá. A este par le llamaré MM para abreviar los nombres.
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MM usualmente se reunían en casa de Martín para fumar marihuana y hablar de la vida. Martín le comentaba a su amigo sobre su novia y deciden que Matías también necesita a una novia, por lo que sucederán detalles que no revelaré por si quieren ir a leer el libro.
Pues bueno, para no hacerles el cuento largo, resulta que estos chicos en medio de su consumo deciden que quieren irse todos a vivir lejos de la ciudad, en una comunidad cerrada. Pero antes de hacerlo de manera definitiva, deciden irse un tiempo a una cabaña relativamente cerca a Bogotá. El grupo se fue a su retiro, pero nunca regresó, lo que genera grandes dudas acerca de qué habrá ocurrido con ellos.
Es allí cuando regresamos a Bogotá con Antón, quien se ha puesto en contacto con el padre de Matías y quienes intentan conocer qué habrá sucedido. Entre las hipótesis está un secuestro, una extorsión, y un par de teorías sobrenaturales sobre la zona en la que se encontraba la cabaña.
Me gustaron dos cosas de esta novela. La primera es el protagonismo que tiene la salud mental en la historia. Varios personajes tienen situaciones en las que su salud mental se ve afectada y los lectores seremos testigos de ello. Empezando con Antón y todo lo que pasa alrededor de su mujer, hasta MM y sus inseguridades generadas por su condición de discapacidad (Incluso, en algún momento de la novela se autodescriben como “La tristeza de Dios”, y luego nuevamente Antón con la desaparición de su hijo. Además, Mario Mendoza también ahonda en temas de espiritualismo, médiums y un par de teorías conspirativas.
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También me gustó el enfoque de tener personajes en condición de discapacidad, es muy raro encontrar este tipo de personajes en las novelas, y se agradece poder contar con estos puntos de vista diferentes en las historias, pues nos acercan a realidades que no son tan cercanas a nosotros.
En fin, este libro ha sido entretenido, pero definitivamente no es lo mejor que he leído de Mario Mendoza. El autor dice que este es el libro más raro y extraño al que se ha enfrentado, y la verdad es que se nota mucho. Vírgenes y toxicómanos es un libro muy extraño que no me termina de convencer del todo